
Ladies Holiday
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Llamamos “Ladies Holiday” al descanso que hacemos de nuestra práctica de asana durante la menstruación. Se recomienda no practicar durante los días más intensos del ciclo menstrual (generalmente los 3 primeros días, pero esto puede variar de mujer a mujer) para facilitar al cuerpo la eliminación de las toxinas y la regeneración y evitar la aparición de irregularidades en el ciclo menstrual (amenorrea) y otros desequilibrios.
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Descansar de la práctica física durante varios días puede ser un reto y una buena oportunidad para soltar apegos, favorecer los procesos de regeneración del cuerpo y honrar los ciclos naturales de energía inherentes en la naturaleza y el ser humano, y especialmente presentes en las mujeres. Durante esos días se recomienda realizar prácticas restaurativas, cantar mantras, hacer meditación o caminar en la naturaleza. El tiempo de la menstruación nos ofrece un tiempo para el retiro interior y para bajar el ritmo.
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Puedes encontrar más información en la guía “Ladies Holiday: mi práctica y mi ciclo menstrual” de Sharmila Desai y disponible en Ashtanga Yoga Ciudad Jardín.
Práctica y embarazo
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Es deseable descansar de la práctica de ashtanga yoga durante el primer trimestre de embarazo, y durante los tres primeros meses después de dar a luz. Durante el segundo y tercer trimestre de embarazo se recomienda realizar una práctica modificada y personalizada que aporte beneficios para la salud física, emocional y mental y que dé respuesta a las necesidades de cada mujer gestante.
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Si te interesa este tema, en el libro “Yoga Sadhana for Mothers” encontrarás información muy completa, amplia y respetuosa sobre la práctica y el embarazo, así como las historias y relatos personales de mujeres veteranas en la práctica de ashtanga yoga.
Práctica y menopausia
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Junto con la menstruación y el postparto, la menopausia es uno de los tres momentos vitales de la mujer en que ocurre un reseteo de nuestro cuerpo físico, mental, energético y espiritual. Es un período de la vida que puede durar varios años y que nos da la oportunidad de soltar hábitos antiguos que quedaron obsoletos y de adoptar nuevas maneras de enfocar la vida, la dieta y la práctica en consonancia con esta etapa más introspectiva. Al igual que durante la menstruación y el embarazo, es una etapa de muchos cambios físicos por lo que parece saludable enfocar la práctica según las necesidades de cada una, convirtiéndola en una experiencia única y personal. Es un momento de la vida que se presta especialmente a la meditación, el canto de mantras o a la realización de pranayamas suaves como Nadi Shodhana para equilibrar las hormonas y calmar el sistema nervioso.
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Te recomiendo esta entrevista realizada a Louise Ellis sobre la práctica durante las diferentes fases vitales de la mujer: http://www.yogagoa.com/blog/embracing-impermanence-by-sharmila-desai/